La venganza de una muerte
Hace muchos años -cuatro
exactamente- ocurrió un hecho terrible. Una historia de un asesinato en
Argentina, justo en el hotel donde yo me hospedo todos los veranos.
Estaba en el restaurant del hotel
cuando de repente tropecé con un hombre. El estaba con una mujer que parecía su
hija pero después de haber visto como actuaban me di cuenta de que era la
novia. Resultaba raro porque ella era mucho más joven.
Al día siguiente yo no paraba de pensar en el.
Esa mañana, cuando desayunaba en el bufet del hotel, vi al mismo hombre con su
novia. Después de estar minutos pensando, me decidí a hablar con él.
Me dijo que su relación con su hijo
Facundo era muy fuerte y que nada los podía separar. Que el mejor amigo de
Facundo, Jorge, le parecía medio raro, como que ocultaba algo. Lo último que me
dijo es que se llamaba Pablo y que quien lo acompañaba era Andrea, su novia.
Todas
las semanas lo estuve viendo pero nunca más hable con él. En mi último día en
el hotel, yo escuché a un policía que decía que el día anterior, por
la noche habían asesinado a un hombre, lo cual me asustó un poco, después vi a
Andrea sola, estaba llorando, en ese mismo instante me imagínelo peor. Fui a
hablar con ella y me contó que habían asesinado a Pablo mientras ella estaba
afuera del hotel. En ese momento decidí ayudar a Andrea llevándola a su casa.
Cuando
llegamos, apareció un chico con pelo negro, alto y ojos marrones y su lado un amigo, supuse que él más alto era el hijo.
-¿Quién es este?-preguntó Facundo
confundido casi atacándome.
-La ayudé a llegar acá- respondí interrumpiéndola.
-Tranquilo, no es malo- dijo Andrea.
-¿Dónde está Pablo?-preguntó el mejor
amigo.
-Murió- dije murmurando.
-¿Es una broma? ¿Dónde está?-dijo Facundo
enfurecido.
-Murió en el hotel, alguien lo asesinó-
dijo Andrea angustiada.
Después
de lo que dijo, todos nos quedamos callados casi seis minutos. Empezamos a
hablar y se hicieron las ocho de la noche. En el medio de la conversación Facundo
dijo que iba a averiguar quién había sido y si descubria eso se iba a vengar matando
a esa persona.
-¿Alguien me ayuda?
Nadie
contestó
-¡Alguien quiere ayudarme!-.
Al
mismo tiempo, Jorge y yo dijimos que sí.
Tres
días después, me llamo Facundo diciéndome que nos íbamos a juntar para ir al
hotel así buscábamos pistas. Ese mismo día nos fuimos para allá.
Cuando
llegamos pedimos que nos dieran una habitación cerca de la 221, la habitación
donde fue asesinado a Pablo. Con mucha suerte nos dieron la 225. A las 6 de la
mañana Facundo dijo que vallábamos a escondidas a la habitación de Pablo para
ver si había quedado algún rastro del asesino. Cuando logramos entrar vimos que
la habitación era oscura, todo vidrio roto en el suelo, con todas las paredes
raspadas, las dos camas desordenadas y una llena de sangre. No habíamos encontrado
nada hasta antes de irnos, momento en que Facundo vio un pelo rojo en el suelo.
Por
la mañana fuimos a preguntarle al encargado del hotel si conocía a huéspedes
con color de pelo rojo. El nos dijo que había dos nada más. Rápidamente fuimos
a buscar a las dos huéspedes pero no encontramos a nadie. Estuvimos pensando qué
hacer y a mí se me ocurrió una idea buscar en la ropa que estaba en la valija
de Pablo. Jorge dijo que no lo hiciéramos porque no íbamos a encontrar nada. Sin pensarlo Facundo
dijo que busquemos de todos modos fuimos
a la casa de Andrea. Cuando llegamos, nos fijamos en la ropa y vimos que había
una huella del zapato del asesino en un pulóver. Ese mismo día nos quedamos en
la casa de Andrea toda la noche. Cuando comíamos se me cayó el tenedor al
suelo, me agaché para agarrarlo y fue cuando vi que la suela de la zapatilla de
Jorge era la misma que la del asesino. Dudé mucho pero al final decidí contarle
esto a Facundo, él confió en mí y me dijo que lo iba a matar poniendo veneno en
el vino de Jorge. Mientras hablábamos, Jorge sospechó que estuviéramos hablando
en secreto.
Al día siguiente Facundo dijo que ya se había rendido
de buscar al asesino y ese fue el momento en el cual él se fue a su casa.
Facundo
me contó que Jorge lo había llamado por teléfono minutos después de que se
fuera de la casa de Andrea.
-Facundo, ¿qué pasó? ¿Por qué no queres
seguir investigando?-.
-No quiero seguir investigando porque
ya supe quién es el asesino-.
-¿Quién?-
- Vos y no digas que no porque lo sé
perfectamente.
-Bueno, lo admito pero tengo una razón.
-Una razón para matar a mi papá.
-Sí,
lo maté porque siento una atracción enorme por Andrea y pensé que si lo mataba
podía tener una oportunidad. Por favor entenderme y perdóname
-
Te confundís Jorge, yo no te tengo que perdonar a vos, vos me tenes que
perdonar a mí por poner veneno en tu vino ayer.
-¿Qué
hiciste qué?
-Chau,
fuiste una gran compañía.
Tres días después me entere que Jorge no había muerto por
el veneno, sino que se había suicidado porque había matado al papá de su mejor
amigo por la triste cauda de haber querido estar con una chica a la cual nunca iba
a poder tener.